Si tiras el aceite con que cocinas al fregadero o arrojas las pilas a tu basura común, es urgente que leas esta nota. Porque cada cosa va en su lugar y tal vez no lo haces por maldad o desinterés, sino simplemente no sabes cómo manejar tu basura correctamente.
La satisfacción de hacer lo correcto con los desechos que produces va más allá de un efecto pasajero, simplemente porque no solo ayudas al planeta, sino a ti y a tu familia también. Como nunca es tarde, checa lo que debes evitar hacer.
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Usar mal los botes de basura y tenerlos deteriorados
Uno de los problemas más frecuentes y que casi nadie asocia con usar botes en malas condiciones es tener plaga de cucarachas u otros insectos en la zona donde los colocas. Estas son algunas de las razones que agravan el problema:
- Son muy pequeños y se desbordan.
- Están rotos o perforados.
- Colocas los desechos sin una bolsa y no los lavas frecuentemente.
- Acumulas todo tipo de basura sin separar.
¿Qué hacer? Lo primero es cambiarlos por contenedores de basura grandes donde quepan perfectamente los residuos de tu casa y modificar los hábitos que tienes con ellos, como lavarlos, usar bolsas biodegradables y por supuesto separar la basura.
Separarla de manera incorrecta o no hacerlo
La mezcla de basura orgánica con inorgánica reciclable y no reciclable provoca serias dificultades al momento de que los recolectores de basura la separan. Esto lo hacen para ir categorizando los materiales y ubicarlos para su reciclaje o traslado a tiraderos en la periferia de la ciudad.
Para que coloques tu granito de arena, sigue esta clasificación para manejar los residuos. Revísala y detecta qué estás haciendo mal o reflexiona ponerte al día con esta actividad que no tiene por qué ser complicada.
- Orgánicos. Residuos sólidos biodegradables, es decir, restos de alimentos de cualquier tipo de fruta, verdura, etc.
- Inorgánicos reciclables. Incluye la materia prima para reutilización y reciclaje como bolsas de plástico, botellas de vidrio, latas y tela.
- Inorgánicos no reciclables. Que son todos los que difícilmente se reciclan. Como los bolígrafos, los materiales de curación, papel higiénico, condones, toallas sanitarias, pañales, etc.
- Manejo especial y voluminosos. Aquí entran los electrodomésticos, cables, cámaras fotográficas, computadoras.
Tirar el aceite comestible por el desagüe
Si lo haces, se acumula en las tuberías y genera una masa de grasa que taponea y provoca fallas en el flujo normal del agua. Un litro de aceite puede contaminar hasta 1,000 litros de agua, la buena noticia es que puedes reciclarlo para otras comidas.
Vacíalo en un filtro de café para que lo puedas volver a usar una o dos veces más como máximo para que no comas un exceso de grasa. Y ya que no se pueda ocupar, vacíalo en una botella de plástico y llévalo a una empresa donde lo transformen en diesel por ejemplo.
Botar las pilas a la basura “normal”
Las baterías de autos, motos y las pilas comunes están hechas de químicos como mercurio, níquel y cadmio, que son súper contaminantes y malos para la salud. Los líquidos de estos compuestos dañan los mantos freáticos que contienen agua para uso potable extraída a través de pozos.
Debes llevarlas a un centro de recolección especial y si tienes muchas, las puedes ir metiendo en una botella de plástico para evitar que las sustancias se chorreen. En el caso de las de moto o auto, llévalas a un taller mecánico.
Desechar lo que puede servir
Sí, tengamos una plática breve sobre reciclaje. Hay infinidad de cosas que están dando vueltas en tu casa y que pueden tener un segundo uso. Piensa que mientras más tiempo de vida le des a un plástico, a un metal o a una tela, menos basura habrá deambulando en el planeta.
Te dejamos algunas ideas prácticas para reusar algunas cosas:
- Usa las botellas de shampoo, crema, suavizantes, etc. para colocar plantas, obviamente tienes que lavarlas muy bien antes.
- Si vas a remplazar un mueble, ve qué uso le puedes dar. Hay sillas que se transforman en repisas y puertas que pueden ser lindas cabeceras de cama.
- Utiliza los frascos de vidrio para almacenar especias, hojas de té, azúcar y otros ingredientes.
- Construir una mesa de centro con un neumático.
Tirar las latas sin aplastarlas ni lavarlas
Todos sabemos que los animales que viven en la calle por haber sido abandonados frecuentan los tiraderos de basura e incluso por donde vives destruyen las bolsas en busca de comida. Las latas de atún, sardina y alimentos en general suelen ser sus preferidas por el olor tan intenso que emiten.
Es común que sufren por atorar sus hocicos y cabezas en ellas o lastimarse al husmear con la lengua los bordes filosos.
¿Qué hacer? Aplastalas con un buen pisotón, pero si no se puede porque son largas, lávalas, trata de quitarle un poco el olor a comida con un limpiador fuerte y evitarás que muchos gatos y perros resulten heridos.
Cambiar la relación que tienes con tu propia basura está en tus manos. El primer paso es sencillo, solo evita realizar estas malas prácticas y con eso, ya estarás dando varios pasos adelante.